¿Para qué sirven las mates? Spoiler: para todo.

Llevo dando clases de «mates» más tiempo del que puedo recordar y menos del que me gustaría y siempre surge una pregunta recurrente, no exenta de cierta malicia o incredulidad. Los alumnos, los amigos, hasta mi madre se preguntan, «¿Para que sirve estudiar matemáticas en la vida real?»

Las matemáticas están en todas partes

Después de escuchar esto, como un resorte, me viene a la cabeza una charla TED magistral titulada «Math is forever«. Eduardo Sáenz, en poco más de diez minutos y con buenas dosis de humor consigue dar el mejor argumento que he escuchado en años: «La ciencia funciona por intuición y creatividad, las matemáticas doman esa intuición»

 

 

¿Te acuerdas de esas tardes frente al cuaderno de matemáticas, preguntándote cuándo ibas a usar eso en la vida real? Seguro que sí. Lo curioso es que, aunque no lo parezca, las matemáticas te acompañan mucho más de lo que crees. Están en tu móvil, en tu cocina, en los juegos que disfrutas y hasta en cómo planificas tus vacaciones.

 

Cada vez que usas el GPS para llegar a un lugar, estás dependiendo de cálculos que combinan geometría, álgebra y funciones trigonométricas. Cuando haces una videollamada, se usan algoritmos y codificación matemática para comprimir datos y que tu voz y tu imagen lleguen sin cortes. Hasta cuando ves tu serie favorita en streaming, las plataformas calculan qué contenido sugerirte en base a modelos matemáticos complejos.

Dinero, decisiones y descuentos

Tomar decisiones financieras (ahorrar para un viaje, entender un préstamo o simplemente aprovechar una oferta del supermercado) es aplicar matemáticas puras. No necesitas una calculadora científica, pero sí un poco de lógica y pensamiento numérico.

Por ejemplo, calcular si una oferta de “3×2” realmente te conviene o si es mejor llevar el producto más barato por unidad. O pensar cuánto ahorrarías si dejas de comprar ese café diario durante un mes.

Detrás de cada decisión económica, hay un pequeño cálculo. Aunque no lo veas, estás pensando como un matemático.

Pocas cosas parecen tan opuestas como las matemáticas y el arte, pero están más conectadas de lo que parece. ¿Alguna vez has oído hablar del número áureo? Es una proporción matemática que aparece en la naturaleza, en la arquitectura y hasta en el diseño de logos.

Además, patrones geométricos, simetrías y proporciones se usan constantemente en el diseño gráfico, la música e incluso la cocina. ¿Te has fijado en cómo se distribuyen las semillas en un girasol? ¿O cómo se enrolla una concha marina? Todo eso también es matemática… solo que disfrazada de belleza.

Las matemáticas no son un castigo

Después de estas pinceladas y de muchas otras que me dejo en el tintero (si es que hasta para entender una factura necesitamos matemáticas) quizás estés pensando que parece que si que van a servir para algo. La próxima vez que escuches a alguien decir “yo no soy de números”, invítalo a mirar a su alrededor. Cada día está lleno de elecciones, patrones, decisiones y estructuras que nacen del pensamiento matemático.

Las matemáticas no son solo una asignatura: son una forma de entender el mundo.